Trump gana considerable terreno en las encuestas pero Clinton es aún firme favorita

La contienda por la Presidencia de Estados Unidos se ha cerrado en fechas recientes y la ventaja que la candidata demócrata Hillary Clinton tuvo en las encuestas sobre el republicano Donald Trump en varios estados clave se ha reducido o incluso disipado en algunos casos. Y a escala nacional, Clinton supera por apenas 1.8 puntos porcentuales al magnate en el promedio de encuestas de Real Clear Politics, cifra que cae hasta 1.1 puntos si se incluye en los sondeos a los candidatos del Partido Libertario, Gary Johnson, y del Verde, Jill Stein.

Eso ha suscitado fuerte escozor entre los demócratas y entusiasmo entre los seguidores de Trump, que han visto una clara tendencia al alza del candidato republicano en las semanas recientes.

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Aviones a escala y control remoto diseñados al estilop de Trump y Clinton. El vuelo de uno se ha emparejado al del otro, en las encuestas. (Reuters)

Por ejemplo, el periódico The Hill afirma que la “formidable” ventaja que Clinton tuvo sobre Trump a escala nacional y en estados clave se está evaporando y Salon, no sin jiribilla, incluso titula un artículo al respecto con la idea de que el auge de Trump ha desatado algo así como un “pánico encuestero” (aunque luego desmonte que eso implique que Trump ganará la elección).

Pero es indudable que hasta el momento hay una tendencia visible favorable a Trump, que le ha permitido recuperar en los sondeos gran parte del amplio trecho que Clinton llegó a sacarle de ventaja tras la Convención Demócrata y la cadena de traspiés de Trump en julio, con ambos candidatos en virtual empate técnico a escala nacional.

Y Trump ha remontado en varios estados clave: según los promedios de RealClearPolitics, está ya arriba en Florida (por mínimos 0.7 puntos) y en Ohio (1 punto) y se acerca en Carolina del Norte y en Nevada (Clinton aventaja allí por 0.6 puntos y 0.8 puntos, respectivamente).

Eso se refrenda, por ejemplo, con los recientes pronósticos de encuestas de FiveThirtyEight, que dan a Trump 51% de probabilidad de victoria en Florida, 56.7% en Ohio, 53.9% en Carolina del Norte y lo colocan cerca de Clinton en Nevada, con 47.5% de probabilidad de triunfo. Además, en Iowa la ventaja del magnate en los pronósticos citados se ha ampliado para darle ahora un 61.1% de probabilidad de victoria.

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Clinton suscita fuerte desconfianza y eso, junto a recientes traspiés, ha propiciado que Trump acerque distancias en las encuestas. (AP)

Hace algunas semanas Clinton tenía una ventaja, en algunos casos muy amplia, en todos esos estados y un mapa electoral con tonos más rojos ha comenzado a preocupar a muchos ante la posibilidad creciente de que Trump gane la Presidencia.

Con todo, aunque la contienda se ha apretado, Clinton aún tiene la sartén por el mango. Ella puede perder el 8 de noviembre en todos los estados competitivos citados en los que Trump ha remontado (Florida, Ohio, Iowa, Carolina del Norte y Nevada) y aún así ganar la Presidencia gracias a los votos electorales de los estados ‘azules’ y firmemente demócratas que tiene en su cuenta, y en los que disfruta todavía de una ventaja considerable. Si Trump ganara todos los estados competitivos mencionados y los que son firmemente republicanos, sólo alcanzaría 265 votos en el Colegio Electoral contra 273 de Clinton (se requieren 270 votos para ser electo).

Por ello, FiveThirtyEight da hoy a Clinton el 61% de probabilidad de suceder a Barack Obama en la Casa Blanca y The Upshot de The New York Times le da más aún: 75%.

Hay con todo algunos datos a considerar. En Virginia, por ejemplo, la ventaja de Clinton se ha reducido, según el promedio de RealClearPolitics a 3.5 puntos, y ese es un estado que, si lo perdieran los demócratas en conjunto con el escenario anterior, entregaría la Presidencia a Trump. La popularidad de Tim Kaine, candidato demócrata a vicepresidente y senador, justamente, por Virginia, parecería ser un antídoto a ello, pero nada está garantizado.

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Trump suscita aún más rechazo que Clinton y por ello, pese a los traspiés de ella, el magnate aún no es el favorito para ganar la Presidencia. (Getty Images)

El punto clave es si el repunte actual de Trump es una suerte de ciclo que a su vez se difuminará e, incluso, como se comenta en Politico, se comenta que en realidad todo es una situación efímera que Trump no podrá sostener a causa de sus propias fallas. Se afirma que aunque Trump ha hecho todo lo posible para mermar a Clinton (y ella ha puesto de su parte con algunas pifias), aún así el magnate sigue sin ser el puntero, que la personalidad descontrolada de Trump podría jugarle de nuevo una mala pasada y hasta que los “aterrorizados” demócratas se despertarán de su complacencia de las últimas semanas y revertirán la situación.

Todo eso es ciertamente hipotético, si bien los debates presidenciales de septiembre y octubre podrían ser un factor que incline la balanza.

Y, claro está, una nueva revelación, un nuevo escándalo, un nuevo exabrupto podrían sumar o restar puntos en la contienda de modos aún impredecibles, a lo que hay que sumar incógnitas, que no se resolverán sino hasta el día de las elecciones, sobre la participación electoral de las minorías o de los núcleos fuertes de cada candidato, fluctuaciones que podrían también ser decisivas.

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