Sorpresas de octubre: 8 escándalos de último minuto que estremecieron las elecciones

Con cada elección estadounidense llega una “sorpresa de octubre”, un escándalo que amenaza la campaña y que se revela antes de la votación de noviembre.

Estas revelaciones pueden ser suficientes para convencer a los votantes a cambiar de opinión, lo cual, en un sistema bipartidista, puede afectar el resultado de las elecciones.

Este año ha sido inusual, ya que en vez de un escándalo, hemos tenido dos.

Primero se reveló un vídeo de 2005 en el que aparece Donald Trump haciendo comentarios obscenos sobre las mujeres.

Tanto los republicanos como los demócratas condenaron sus comentarios y salieron a la luz varias mujeres alegando que Trump las había acosado sexualmente.

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Todo parecía indicar que ese escándalo le había dado el golpe de gracia a la polémica campaña republicana, pero más tarde, esta semana, el director del FBI, James Comey, anunció que había reabierto la investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton.

De repente, la ventaja de los demócratas se redujo y las encuestas los han puesto a la par de los republicanos para las elecciones del 8 de noviembre.

He aquí otras ocho sorpresas de octubre que han estremecido las elecciones, incluyendo una “sorpresa de abril” en el Reino Unido.

Paz al alcance de la mano

La expresión “sorpresa de octubre” se usó por primera vez en el año 1972. El senador George McGovern, quien estaba en contra de la guerra, fue elegido como candidato demócrata en 1972, cuando la Guerra de Vietnam entraba en su decimoséptimo año. Sin embargo, Henry Kissinger, el brazo derecho del presidente Richard Nixon, anunció en una hábil maniobra política que “la paz está al alcance de la mano”. Aunque no era cierto, le robó la baza a McGovern y Nixon fue reelegido por mayoría aplastante.

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Colapso financiero

No fue un escándalo propiamente dicho, sino una crisis: la recesión de 2008. Después de la quiebra de Lehman Brothers y la caída de los mercados de todo el mundo en el mes de octubre, la respuesta confiada y serena de Barack Obama le permitió sacar ventaja a su rival, el republicano John McCain. Este último había afirmado con anterioridad que los “fundamentos de nuestra economía son fuertes”, por lo que dio la impresión de estar mal informado y no tener la preparación necesaria sobre el colapso financiero.

Conducir ebrio

Cuando salieron a la luz las pruebas de que George W. Bush había sido condenado en 1976 por conducir ebrio, la balanza de las elecciones pareció inclinarse a favor de Al Gore. Sin embargo, Bush manejó hábilmente el escándalo, culpando a los demócratas por llevar a cabo una política sucia, aunque estos negaron cualquier tipo de implicación. Bush había sido honesto sobre sus problemas de alcohol en el pasado, por lo que, si aquel percance tuvo algún efecto, no fue suficiente para detenerlo y ganó las elecciones, aunque por un margen estrecho.

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Escándalo sexual

En 1964 la campaña de Lyndon B. Johnson pareció sufrir un daño grave cuando arrestaron a su principal colaborador, Walter Jenkins, por conducta inmoral con otro hombre en una habitación de la YMCA en Washington DC, un “notorio lugar de reunión de los homosexuales”, como se le llamaba en aquella época. El republicano Barry Goldwater, quien era muy impopular incluso en su propio partido, pensó que podría aprovechar el escándalo pero este tuvo poco impacto. Johnson obtuvo el 61% de los votos.

Silencio mortal

En 1884 un escándalo tardío le costó las elecciones a James G. Blaine, el candidato republicano presidencial. Este asistió a una reunión del Partido Republicano donde un ministro presbiteriano acusó a los demócratas de representar “ron, romanismo y rebelión”, o sea: alcohol, catolicismo y Confederación. Su incapacidad para rebatir aquella crítica hizo que los católicos irlandeses lo abandonaran y perdió ante el demócrata Grover Cleveland.

Los iraníes hablan

Una de las sorpresas de octubre más peculiares sienta sus raíces en una conspiración. En 1979, los radicales iraníes habían capturado a 52 rehenes en la embajada estadounidense en Teherán pero a pesar de las negociaciones, de repente el primer ministro del país, Mohammad Ali Rajai, declaró que los rehenes no serían liberados mientras Jimmy Carter fuera presidente. Este creyó que era obra del candidato republicano Ronald Reagan (que se había reunido con representantes de Irán), quien más tarde ganó las elecciones. Los rehenes fueron puestos en libertad ese mismo día.

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La Guerra al Terror

A finales de octubre de 2004, Osama bin Laden sacó a la luz un vídeo en el que ponía en entredicho la responsabilidad por los ataques del 11 de septiembre y atacaba al presidente George W. Bush definiéndolo como un dictador. Su publicación, tan solo una semana antes de las elecciones, impulsó la popularidad de Bush y renovó el apoyo a la Guerra contra el Terrorismo que el demócrata John Kerry había criticado enérgicamente. Bush consiguió cómodamente un segundo mandato.

El bigotgate

En el Reino Unido no existe la sorpresa de octubre, pero el bigotgate, los infames comentarios de Gordon Brown tan solo una semana antes de que se celebraran las elecciones de 2010, es lo más parecido. La señora de 65 años, Gillian Duffy, había desafiado a Brown sobre el tema de inmigración, pero el entonces primer ministro la tildó de “mujer intolerante” mientras tenía el micrófono de la televisión abierto. Aquello le dio el golpe de gracia a la campaña ya tambaleante de Brown.

(Créditos de las imágenes: ddp USA/REX/Shutterstock)

anthonyrobertpearce