¿Cuánto pagarán las familias por el cuidado infantil con Clinton o Trump?

Sabemos que el candidato presidencial republicano Donald Trump y la candidata demócrata Hillary Clinton tienen propuestas diferentes sobre los costos del cuidado infantil y las licencias retribuidas. En términos generales, Trump planea afrontar estos problemas a través de desgravaciones fiscales y cuentas de ahorro especiales y libres de impuestos para los niños, a las que los padres pueden contribuir. Además, ofrece seis semanas pagas por baja de maternidad a la madre biológica. Al contrario, Clinton apuesta por asegurarse de que los gastos destinados al cuidado infantil no superen el 10% del ingreso total de una familia a través de deducciones fiscales, facilitando que más padres que estudian tengan acceso a estos servicios, además de ofrecer 12 semanas pagas de baja familiar a cualquiera que necesite cuidar a un miembro cercano de su familia, ya sea una madre o padre que desee cuidar a su hijo o un adulto que necesite cuidar a un padre enfermo.

Donald Trump y Hillary Clinton (Foto: Paul J. Richards/AFP/Getty Images)

Cuando Trump anunció su plan bajo la promesa de permitir que los padres “dedujeran por completo” el costo de los cuidados infantiles de los impuestos a pagar, dijo: “Necesitamos que las madres trabajadoras sean compensadas de manera justa por su trabajo y que tengan acceso a un cuidado de calidad y asumible para sus hijos”. Sin embargo, los detalles de su plan van por un camino completamente distinto, según han reportado diferentes medios.

No obstante, eso no ha detenido la retórica política. La partidaria de Trump, Marsha Blackburn, congresista republicana por Tennessee, le comentó a los periodistas que el cuidado infantil y sus implicaciones económicas son un “problema familiar. Sabemos que los hombres quieren ganar más dinero. ¿Qué quieren las mujeres? Más tiempo. Por eso, estamos encantados de finalmente tener un presidente de Estados Unidos que se centre en trabajar con las mujeres para asegurarse de que podamos hacer realidad su sueño americano”.

Sin embargo, la campaña de Clinton considera que esas afirmaciones no son realistas.

“Ya no vivimos en la época de Mad Men, cuando las mujeres eran quienes se encargaban del cuidado de los niños”, indicó Maya Harris, la asesora política de Clinton, al referirse a la propuesta de Trump. Su plan solo le proporciona licencia remunerada a las madres biológicas, por lo que excluye todas las otras posibilidades y roles que existen en la familia estadounidense, como los padres del mismo género, los padres adoptivos o incluso los padres biológicos.

“No es nada serio”, afirmó Harris sobre el plan del candidato del Partido Republicano, que al parecer surgió después de que Ivanka, la hija de Trump, presionara a su padre para que convirtiera los problemas que enfrentan las madres trabajadoras en un tema central de su campaña. El propio Trump reconoció que Ivanka había intervenido en este asunto; según él, ella le dijo: “Papá, papá, tenemos que hacer esto”.

Dejando a un lado las bromas sobre la política, es probable que todavía te preguntes cómo los programas de Clinton y Trump pueden incidir realmente en las familias estadounidenses.

Care.com, un sitio web que pone en contacto a familias y cuidadores, analizó el impacto que podría tener el plan de cada candidato en el costo del cuidado infantil en hogares biparentales con tres niveles de ingresos diferentes: los que viven en la pobreza, los que tienen una renta media y los que se encuentran dentro del 1% más rico. El título del informe es “Elecciones de 2016: análisis de Care.com sobre la política de cuidados infantiles”.

Las diferencias entre los planes son muy llamativas, no solo desde el punto de vista económico sino también en lo que respecta a cuestiones de sentido común.

A nivel nacional, la renta anual promedio de las personas que viven en la pobreza es de 24.036 dólares; para la clase media es de 53.482 dólares y para el 1% más rico es de 389.436 dólares. En la actualidad las familias que viven en la pobreza no se pueden permitir un servicio de cuidado infantil en casa; es decir, contar con una nana o contratar a una niñera a tiempo completo. Las familias con una renta media y las que se encuentran dentro del 1% más rico destinan a estos servicios unos 28.353 dólares. El costo promedio de una guardería, jardín de infantes o centro de educación temprana es de unos 9.589 dólares al año para todas las familias.

Según el plan de Clinton, que prevé limitar los costos del cuidado infantil a un 10% de la renta familiar, el precio de estos servicios en un centro infantil se reduciría a 2.404 dólares para las familias pobres y a 5.348 dólares para las familias de clase media, lo cual supondría un ahorro de 7.185 y 4.241 dólares, respectivamente. Las familias que reciben una renta media también podrían limitar los gastos destinados al cuidado infantil en casa a 5.348 dólares, ahorrando 23.005 dólares al año. No obstante, estos cambios no se aplicarían a las familias que forman parte del 1% más rico.

El plan de Trump, que implica recurrir a desgravaciones fiscales, le ofrece una fórmula completamente diferente a la mayoría de los estadounidenses. Según su propuesta, un centro de cuidado infantil les costaría a las familias pobres unos 8.154 dólares, por lo que ahorrarían solo 1.435 dólares respecto al actual costo promedio de este servicio. Las familias de renta media ahorrarían 1.435 en el cuidado infantil en casa y pagarían 26.918 por ese servicio, en comparación con los 28.353 dólares promedio que pagan en la actualidad. También ahorrarían 1.435 dólares por los cuidados en un centro infantil, lo cual representa un costo promedio de unos 8.154 dólares al año. Sin embargo, con este plan, las que más se beneficiarían son las familias que forman parte del 1% más rico: ahorrarían 3.164 dólares en concepto de desgravaciones fiscales, el costo de los cuidados infantiles en casa se reduciría a 25.189 dólares al año y el costo de un centro infantil sería de apenas 6.425 dólares para este grupo.

En otras palabras, en la propuesta de Clinton quienes más ahorran no son los mismos que en la de Trump: las familias más ricas serían las que más se beneficiarían con el plan de Trump aunque no podrían sacarle ningún provecho al de Clinton; al contrario, las familias más pobres o las que tienen una renta media podrían aprovechar una importante reducción de sus gastos de cuidado infantil bajo el plan de Clinton. Por ejemplo, una familia de renta media ahorraría 4.241 dólares en los centros de cuidado infantil bajo la propuesta de Clinton y solo 1.435 con la de Trump. Además, mientras que las familias más ricas no verían ningún cambio con Clinton, ahorrarían mucho más que las familias pobres o de clase media bajo el plan de Trump: ganarían 3.164 dólares en concepto de desgravaciones fiscales mientras que el resto solo ahorraría 1.435 dólares.

Con el plan de Trump, las familias de bajos ingresos que ganan hasta 31.200 dólares también tendrían acceso a un Crédito por ingreso del trabajo (EITC) de casi 1.200 dólares al año por familia elegible, el cual podría ser depositado en las cuentas de ahorros destinadas al cuidado infantil que ha propuesto Trump. Su plan también permite que las familias depositen hasta 2.000 dólares al año libres de impuestos en esa Cuenta de ahorros para el cuidado de personas dependientes, que podrá ser usada para el cuidado de los niños, su educación o actividades de enriquecimiento. Care.com explica que para incentivar a las familias de bajos ingresos a que contribuyan a este programa, la propuesta de Trump incluye un depósito del gobierno de hasta 500 dólares por los primeros 1.000 dólares depositados.

Sin embargo, para una familia que gana un promedio de apenas 24.036 dólares, la posibilidad de realizar ese depósito podría ser poco realista: para las familias que luchan por sobrevivir hasta cobrar el siguiente cheque, ahorrar dinero y destinarlo en el futuro al cuidado infantil es casi imposible ya que necesitan todo su salario para cubrir sus gastos y pagar las facturas, incluyendo los costos del cuidado infantil (que disminuirían mucho menos con la propuesta de Trump, en comparación con el plan de Clinton).

La propuesta de Clinton también incluye un detalle adicional: lograr que el cuidado infantil sea más accesible para los padres que están estudiando, brindando una beca de 1.500 dólares al año para hasta 1 millón de padres estudiantes y aumentando el acceso a los centros infantiles de los campus universitarios, lo cual ampliaría su capacidad a unos 250.000 niños más. Según el Instituto de Investigación sobre Políticas para la Mujer, en la actualidad hay unos 4,8 millones de estudiantes universitarios que están criando a sus hijos.

Jennifer Gerson Uffalussy

Redactora colaboradora